viernes, 13 de noviembre de 2009
¿EN QUÉ HABLAMOS LOS LATINOAMERICANOS?
Recuperar las lenguas que habitan nuestro continente también es parte de la lucha por el derecho a la información, sin la cual no habrá ciudadanía plena ni soberanía cultural.
En el censo "Idioma hablado por cada miembro del hogar boliviano", de 1992, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) consideró a la lengua hablada como “el modo de identificación étnica más común de un país, pues constituye el carácter predominante entre las demás manifestaciones culturales, y el medio principal por el cual se puede expresar y transmitir toda una cultura”. En Latinoamérica las lenguas y las tradiciones de los pueblos indígenas fueron avasalladas como consecuencia de la violenta conquista europea que empezó en el siglo XV.
Ese dato fue reflejado la semana pasada por un artículo publicado en el sitio digital del canal Telesur.
Antes de la llegada de los europeos, Latinoamérica estaba ocupada por numerosos grupos étnicos, portadores de varias lenguas indígenas. En Venezuela, por ejemplo, la caribe, arawaco, chibcha y tupí guaraní; y en Bolivia el quechua, aymara y guaraní.
Como consecuencia de la conquista, la cultura, tradición y lengua indígena pasaron a ser fantasmas.
En la actualidad, la gran mayoría de los gobiernos latinoamericanos progresistas han respetado las diferentes etnias, valorando su talento, creencias y expresiones artísticas.
En Venezuela, el artículo 119 de la Constitución bolivariana sostiene que "el Estado reconocerá la existencia de los pueblos y comunidades indígenas, su organización social, política y económica, sus culturas, usos, costumbres, idiomas y religiones, así como su hábitat y derechos originarios sobre las tierras que ancestral y tradicionalmente ocupan y que son necesarias para desarrollar y garantizar sus formas de vida".
En su preámbulo (artículo 9), esa Constitución considera a la lengua indígena como un idioma oficial, "(...) deben ser respetados en todo el territorio de la República, por constituir patrimonio cultural de la Nación y de la humanidad".
Haciendo cumplir lo establecido en el artículo 9, desde el año 2003 se han editado 10 publicaciones en dos lenguas indígenas zulianas; cuatro en barí y seis en wayuunaiki.
En el "Encuentro por la Comunicación Indígena de Venezuela", el pasado 22 de julio, la diputada de la Asamblea Nacional de ese país, Noelí Pocaterra, dijo "es necesario que se conozcan los elementos y formas originarias de la comunicación de los pueblos indígenas del continente americano".
"Cuántos siglos se nos ha dicho que lo nuestro no sirve, que tenemos que `civilizarnos`. Nos han impuesto una imagen de atraso y nos han metido eso en la cabeza, nos han inculcado una vergüenza étnica, una vergüenza de ser nosotros mismos (...) no nos ponemos nuestros trajes, dejamos de hablar nuestro idioma, no nos ponemos a estudiar nuestra propia cultura, porque ese es el mensaje que nos impusieron", manifestó la diputada.
Con la llegada de Evo Morales a la presidencia Bolivia, los derechos sociales de las etnias comenzaron a hacerse presentes.
En la Constitución boliviana, que fue aprobada en referendo el pasado mes de febrero, quedó establecido, en casi 100 artículos, el reconocimiento de los derechos de los grupos sociales del país, así como la incorporación de un lenguaje de género que iguale en condiciones a bolivianos y bolivianas.
En el año 2008, el Ministerio de Educación y Cultura boliviano presentó un proyecto de Software "AbiWord" en lengua aymara, con programas como Word, Excel y otros, traducidos del inglés, con el propósito de impulsar su utilización masiva en computadoras personales. Con este tipo de proyectos, el gobierno intenta recuperar e impulsar el uso de las lenguas indígenas en las nuevas tecnologías de información y comunicación.
En México, la dirección del Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (INALI) informó sobre los avances en contra de la discriminación de la lengua indígena y el fomento del multilingüismo, como un derecho a la justicia.
Lamentablemente, el avance del idioma nativo, su respeto y valorización no se ha hecho presente en algunas regiones del continente. Perú es uno de estos países que sigue el reflejo de más de 500 años de dominación contra los nativos, manteniendo la condición de discriminación y de minusvalía hacía los indígenas de esa nación.
En el año 2007, los trabajadores del Programa de Formación de Maestros Bilingües de la Amazonía Peruana (FORMABIAP) manifestaron su rechazo a los debates que los congresistas realizan sobre las publicaciones de normas legales en lenguas originarias del país. FORMABIAP aseguró que tanto el Congreso como la prensa nacional siguen expresando discursos de discriminación contra los indígenas, sus culturas y lenguas.
Paraguay fue el primero los países en los que la inmensa mayoría de la población habla una lengua indígena (en ese caso el guaraní) que reconoció al idioma autóctono como nacional, en 1967. El guaraní es - desde 1992 y en función del Art. 140 de la Constitución, idioma oficial del Estado, junto con el castellano.
Desgraciadamente las consecuencias de este artículo constitucional han sido escasas, si se excepciona el proyecto de Educación Bilingüe que se ha venido implementando progresivamente. Por eso, en 2006, varias entidades socioculturales y educativas paraguayas e internacionales protestaron ante la Unión Europea por la marginalización del guaraní.
La ausencia del guaraní - especialmente en su forma escrita - en la vida pública contrasta con el hecho de que es el idioma vivo de la gran mayoría de la población.
Un municipio de Brasil (São Gabriel da Cachoeira) oficializó el Nheengatú tupi-guaraní, y en Uruguay la Red Académica Nacional dé la bienvenida a sus visitantes en avañe`ê.
FUENTE: APM - Agencia Periodística del Mercosur
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